Alaridos de Amapolas (Spanish Edition) by Margarita Alvarez Alvarez

Alaridos de Amapolas (Spanish Edition) by Margarita Alvarez Alvarez

autor:Margarita Alvarez Alvarez [Alvarez Alvarez, Margarita]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2023-05-25T03:00:00+00:00


CAPÍTULO 52

Año 845. Los alaridos de los salvajes se oían a la entrada de la caverna, como un eco de muerte que contaminaba el bosque. Las ramas crujían ante unos pasos que adquirían con su ímpetu un dramatismo perenne para aquellas mujeres que temblaban abrazadas.

—Esconderos—susurró María—Ahí—les dijo señalando la oscuridad, donde sólo ojos avezados podrían ver más allá de las sombras.

Obedientes, dóciles, aquellos maltrechos cuerpos se arrastraron hacia las entrañas de la roca, que las acogería con su frio silencio. María esperaba la llegada de aquellos seres que emergían de nuevo desde las profundidades del averno, pertrechada tras una oquedad, con la única ayuda de su mangual y su hacha, pero con una firmeza de espíritu que solamente aquellos que no tienen nada que perder poseen. Gracias al muchacho de mirada azul y rubios cabellos que la previniera, pudo alcanzar su hogar con el tiempo suficiente para afianzarse en aquella posición de alerta. Era sólo una muchacha, una inocente joven pueblerina que las circunstancias vividas habían lanzado a una lucha desigual, quizás al infortunio de perecer a manos de aquellos que buscaban el placer de la tortura. Buscaban aquellos hombres del Norte encontrar a las dos mujeres que un día dejaran abandonadas a su suerte, tal vez ansiaban que en ellas aún estuviera depositado un halo de vida con el que jugar por un tiempo, para luego oprimirlo hasta hacerlo desaparecer y con ello iniciar el macabro ritual de muerte y sangre, esa sangre untada sobre sus cuerpos que les otorgaría el vigor necesario para nuevas conquistas.

Como en una especie de maniobra macabra, quizás atávica, los alaridos dieron paso a un silencio ceremonial al adentrarse en la caverna. Tres hombres avanzaban conformando una punta de flecha, lo hacían con sigilo, posando sus pies sobre la tierra con tal suavidad que dotaba a sus cuerpos adentrándose en la penumbra de una imagen espectral. Sabía que en apenas unos segundos aquellos seres alcanzarían su posición, y encontrarían una muchacha solitaria. Quizá la recordaran, quizá no, tal vez incluso la hubieran buscado. No le importaba, ese algo desconocido que fluía por sus venas inundando su cerebro, le otorgaba el poder que sólo es concedido a las almas nobles ante la desdicha inminente, y María sabía que su destino estaba ligado irremisiblemente a aquel instante en que ella les hiciera frente.

Y sus rostros, con capa paso fueron creando forma. Apenas unos pasos distaban para alcanzar la pequeña oquedad. Allí estaban tres salvajes a los que no conocía, no formaban parte del grupo que la había agredido salvajemente. El que iba algo más adelantado, mostraba una mirada gris que refulgía perdida en las penumbras. Aún entre las sombras, tuvo el poder de un embrujo sobre el cuerpo de María que, intentando conservar la firmeza que pujaba por abandonarla, abandonó su escondrijo y se plantó ante él. Pudo ver a escasos palmos de su cara como aquel hombre clavaba sus ojos grises en los suyos. El tiempo se había parado, el silencio palpitaba queriendo quebrarse mientras el hombre recorría con su mirada el cuerpo de la muchacha.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.